El planeta tierra sufre las
consecuencias de un modelo de desarrollo económico, que no toma en
cuenta la dimensión ambiente. Así, los efectos son reflejados por la
biosfera: la disminución y extensión de especies de animales y plantas.
Por
lo tanto, está en peligro la biodiversidad del planeta. En este marco, a
los parques Zoológicos les corresponde una gran responsabilidad en la
conservación, preservación y educación. De allí que, la principal meta
de los zoológicos es apoyar la conservación de las especies, sus hábitat
naturales y los ecosistemas (la estrategia Mundial de la Conservación
en Zoológicos, 1993).
El parque
Zoológico Botánico “Bararida”, tiene en los actuales momentos el reto de
evolucionar en esa dirección; de convertirse de un parque zoológico a
un centro de conservación. Esta es la tarea del momento. Sin embargo,
esto es un proceso histórico y como tal, el análisis del problema hay
que ubicarlo desde el punto de vista de su pasado.
Analizar el Parque Zoológico Botánico Bararida desde su historia, implica reconocer dos momentos en su evolución.
Un
primer momento, lo encontramos al final de la década de los años
treinta, cuando se crea el “Bosque Bararida”, el segundo momento, se
produce a finales de las décadas de los años sesenta, cuando se inaugura
el Parque Zoológico y Botánico “Bararida”.
Barquisimeto, Lara, Venezuela
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